Porqué gatos?

Las personas con TEA, al igual que los gatos, se ciñen a una rutina; en general los cambios les incomodan, llegando a causarles estrés. Cuando el gato se traslada o sufre algún pequeño cambio en su entorno, también se estresa.
Las terapias asistidas con animales ofrecen resultados muy positivos en la calidad de vida de las personas en general; y además cuando hablamos de autismo y gatos, encontramos una simbiosis casi perfecta.
Hay estudios que demuestran que en diversos casos de TEA, los mininos brindan varios beneficios terapéuticos a la hora de interactuar con ellos.
El principal motivo, es que la mayoría de niños con TEA, tienen algiacusia o hiperacusia (hipersensibilidad al sonido), y los perros si bien se adiestran para permanecer tranquilos en cualquier ambiente, cuando hablamos de tenerlos en casa conviviendo, los gatos son más silenciosos y sobretodo menos intrusivos, factor que, si recordamos el posible problema de hiperacusia, se entiende el porqué un gato es más adecuado.
Si enumeramos los beneficios de la interacción entre los gatos y niños con autismo, nos encontramos con que, por norma general, les aportan una mejora de su comportamiento a través de su ronroneo, ya que está demostrado científicamente que la frecuencia de éste calma el estrés, como pueden ver en el siguiente video, y es que, vivir con un gato contribuye a canalizar la ansiedad, esto hace que mejore la confianza,mediante el juego y las caricias favoreciendo la iniciativa de los niños a compartir y socializar, ayudando a desarrollar la empatía, y esta contribuye a crear lazos afectivos .
Algunos niños con TEA debido a su personalidad se identifican con los gatos. Es decir que ambos, gato y niño, comparten pautas de comportamiento lo que hace que el niño vea en el gato un reflejo de su trastorno.
Por otro lado, un refugio de gatos es silencioso y no ocasiona molestias al vecindario.